La construcción de una caja central donde se alojan dos de los tres dormitorios será la estrategia propuesta, permitiendo así una circulación fluida por toda la vivienda y resolviendo la parte más privada del programa. Este elemento acoge, en sus espesores, ventanas y puertas, lo que permite diferentes propuestas de apertura, dando lugar a una necesaria dilatación del espacio interior y transformando el salón-estar en un gran porche.

La caja será el elemento protagonista de la escena, ya que la ubicación de la vivienda en la planta baja de un bloque de grandes dimensiones lo asemeja a un escenario visto desde el jardín. Los espacios generados alrededor de ella serán versátiles, pudiéndose adaptar a diferentes momentos y haciendo del porche el protagonista ya que en éste será donde más vida se podrá hacer durante la época estival.

La fabricación de la intervención se realiza con materiales resistentes al ambiente marino generado por su cercanía al mar e intentando conseguir la mayor superficie de vidrio posible ya que ésta nos ayudará a que espacios comedidos puedan vivirse con mayor amplitud. Una malla en fachada nos dota de seguridad cuando la vivienda no está habitada y de intimidad cuando los espacios interiores están abiertos; malla que permite diferentes disposiciones según sea nuestra relación con el espacio comunitario de finca.