La forma de la parcela va a condicionar en gran parte la geometría del proyecto siendo ésta una línea que se pliega, tramo a tramo, para encerrar una gran nave en la planta de acceso al edificio.
El centro parroquial se sitúa en una parcela de forma irregular en el centro de Archena, consecuencia de ser punto de encuentro de dos estructuras distintas del trazado urbano.
La forma de la parcela va a condicionar en gran parte la geometría del proyecto siendo ésta una línea que se pliega, tramo a tramo, para encerrar una gran nave en la planta de acceso al edificio.
El trazado triangular adapta cada punto del mismo a la altura que lo satisface generando de forma involuntaria una gran cubierta de madera plegada. Su altura se reduce en el acceso acomodándose a la altura del visitante y se eleva en el presbiterio hasta perder su escala en el interior. Este plano, soportado por vigas de gran dimensión y ajustando su canto a la distancia que salvan, no sólo hace que casi sea irreal en algunos puntos por su escaso espesor sino que se desliga del cerramiento de hormigón y genera la entrada de luz a la gran sala y a los espacios intermedios de servicios.
De esta forma, el edificio de culto se ha transformado en un espacio de encuentro donde su trazado triangular ayuda a establecer los puntos de acceso y presbiterio, además de dotar a la sala principal de una forma cónica de trazas quebradas idónea para el encuentro de muchas personas. Un deambulatorio ligado a la entrada duplica los recorridos además de simplificar su complejo funcionamiento y permitir una conexión directa con la planta inferior donde se ubican los talleres de formación y un comedor social.
Casa OPE
EN CONSTRUCCIÓN